Uno de los hallazgos del documento elaborado por Héctor Cebolla (profesor de Sociología en la UNED) y Amparo González (científica en el CSIC), es que España es uno de los países de su entorno socioeconómico con actitudes menos reticentes hacia la inmigración. De hecho, tan solo uno de cada tres españoles (un 35%) considera que los inmigrantes ocupan puestos de trabajo que podrían realizar los españoles. Uno de los resultado más sorprendentes de la encuesta radica, precisamente, en la reducción de quienes piensan así en comparación a los que declaraban lo mismo hace algo más de un año (57%).