Banca Armada vs Banca Ética

Sin embargo, los bancos armados presumen de ser responsables con la sociedad. Para ello han desarrollado departamentos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que se enmarcan en el enfoque stakeholder, por el que las empresas deben responder frente a la sociedad del impacto de sus actividades. Pero un banco que ayuda a la producción o venta de armamento no puede ser considerado responsable con la sociedad y, por tanto, su RSC no es más que un cúmulo de estrategias de marketing social, de acciones para limpiar la mala imagen que les pueden reportar sus inversiones irresponsables con la sociedad o que no respetan los derechos humanos. Este libro demuestra que, tan solo teniendo en cuenta las inversiones en armamento, las entidades financieras no son sinceras cuando dicen aplicar políticas de RSC y que su principal preocupación es que su reputación no se vea afectada. Frente a ello, la única opción para estar seguros de que nuestro banco no invierte en armas es la banca ética, que al contrario que la banca tradicional, asegura a sus clientes que nunca invertirá en armamento.

Materials de treball. N. 27

Materials de treball. N. 27

Sumario:

– El Tractat Internacional sobre el Comerç d’Armes

– Editorial – El Tratat sobre el Comerç de’Armes: anàlisi del seu contingut – Eduardo Melero

– La política militar en temps de crisi – Tomás Gisbert

– ¿Com defendre’s de les armes no letals? – José Luis Gordillo

– Els drones armats: una realitat en expansió – Anna Escoda

– ¿Són legals els atacs amb drones militars? – Carles Blanco

– Notícies

Descargar boletín

La ONU aprueba el primer Tratado sobre el Comercio de Armas

Comunicado de CEIPAZ

La Asamblea General de la ONU aprobó este martes, 2 de abril el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) en una histórica votación que pone fin a largo proceso negociador que comenzó hace más de una década.

La firma del Tratado es el resultado del trabajo durante años de las organizaciones de la sociedad civil y de algunos Estados que han logrado que esta cuestión fuera abordada en Naciones Unidas. Ha sido un proceso largo, plagado de incertidumbres, bloqueos y oposiciones, que finalmente ha dado sus frutos.

Es el primer Tratado de Comercio de material militar convencional, capaz de regular la venta ilícita de armas, un mercado que mueve entorno a unos 60.000 millones de dólares al año y favorece la violación sistémica de los derechos humanos. El tratado obliga a todos los gobiernos a evaluar el riesgo de transferir armas, municiones o componentes a otros países donde puedan ser utilizados para cometer o facilitar violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. El Tratado adoptado afecta a las principales categorías de armas convencionales, incluidas las armas pequeñas y las armas ligeras, que producen cantidades ingentes de víctimas civiles y proliferan en países con conflictos de baja intensidad y en situaciones de violencia armada. El Tratado también incluye la prohibición de exportar armas a países que utilicen la violencia sexual como arma de guerra, mostrando los vínculos entre el comercio de armas y las violaciones masivas registradas en algunos conflictos.

El documento fue aprobado por mayoría y no por consenso, como se esperaba, con 154 votos a favor, 3 en contra –Irán, Siria y Corea del Norte- y 23 abstenciones. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon abrirá el proceso de ratificación a partir del 3 de junio. Aunque el Tratado no frena de forma inmediata la exportación de armas y tendrá que ser ratificado a partir del 3 de junio por los Estados, es un primer paso para la regulación del comercio de armas, que tanto sufrimiento y dolor genera entre la sociedad civil.

Desde CEIPAZ queremos mostrar nuestra satisfacción por los resultados alcanzados, que ponen las bases para ir construyendo un mundo más pacífico y reconocer el trabajo de las organizaciones que tan duramente han trabajado estos años para que esto se lograse.

Acceso al texto del Tratado sobre el Comercio de Armas aprobado

 

Los Estados votan de forma abrumadora a favor del Tratado sobre Comercio de Armas

Comunicado de Fundipau (Fundació per la Pau)

Ahora, los gobiernos deben iniciar inmediatamente el proceso de firma y ratificación

«La votación de hoy, que ha hecho posible la aprobación del primer tratado global para regular el comercio internacional de armas, es un hito histórico, que marca el inicio de una nueva era. A partir de ahora se ha acabado la impunidad para los traficantes de armas y los violadores de los derechos humanos”, afirma Jordi Armadans, director de FundiPau.

Después de seis años de negociaciones diplomáticas y más de diez años de campaña, los Estados miembro de las Naciones Unidas han votado a favor del Tratado sobre Comercio de Armas (TCA) por una abrumadora mayoría (154 votos a favor – 3 votos en contra y 23 abstenciones). El Tratado incorpora en el nuevo derecho internacional un conjunto de reglas claras para todas las transferencias mundiales de armas y municiones.

La votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas se ha celebrado solo cinco días después de que Irán, Corea del Norte y Siria bloquearan la adopción del Tratado por consenso en una tensa sesión en la última jornada de la conferencia final sobre el TCA. Después de este bloqueo, un grupo de países, encabezado por Kenia, presentaron una propuesta para que hoy se votara el texto en la Asamblea General.

«Para FundiPau, que ha participado activamente en la campaña y en todo el proceso diplomático, el hecho de que la aprobación del Tratado se produzca el mismo mes y año en que celebramos nuestro 30 aniversario hace que vivamos la celebración con mucha más intensidad y esperanza. El trabajo y la perseverancia de la sociedad civil, da sus frutos” dice Xavier Masllorens, presidente de FundiPau.

El Tratado establece obligaciones vinculantes a los gobiernos para evaluar todas las transferencias de armas y poder garantizar que no serán utilizadas para cometer abusos de los derechos humanos, actos de terrorismo, para el crimen internacional organizado o en violaciones del derecho internacional humanitario. Se requerirá a los gobiernos que rechacen cualquier transferencia de armas si existe el riesgo de que los países las utilicen para violar los derechos humanos o cometer crímenes de guerra.

La coalición Armas bajo Control, que representa a más de 100 organizaciones de la sociedad civil que trabajan en 120 países, hace un llamamiento a todos los Estados para que den prioridad a la firma y ratificación del Tratado. La coalición pide a todos los gobiernos que se comprometan a aprobar la legislación nacional necesaria para que el Tratado entre en vigor lo antes posible.

Armas bajo Control asegura que es imperativo que todos los gobiernos que han votado a favor del Tratado demuestren su compromiso de establecer estándares internacionales lo más altos posible en su aplicación. Por ejemplo, pueden empezar incluyendo todas las armas convencionales en sus listas nacionales de control y haciendo explícito que siempre rechazarán las transferencias de armas cuando exista un riesgo sustancial de vulneración de los derechos humanos y del derecho humanitario.

Alex Gálvez, superviviente de la violencia armada y Director Ejecutivo de la Fundación Transiciones de Guatemala: «Este es un buen día para los supervivientes de la violencia armada en todo el mundo, y un día de orgullo para la campaña Armas bajo Control; sin embargo, el trabajo no se acaba aquí. Debemos asegurarnos de que este Tratado realmente produce cambios positivos sobre el terreno. Los Estados deben ratificar el TCA ahora y hacer que su aplicación inmediata sea una prioridad.»

La coalición Armas bajo Control lleva más de una década haciendo campaña para que se apruebe un TCA fuerte. La votación en la Asamblea General de la ONU culmina años de trabajo duro para la sociedad civil, que ha desempeñado un papel central en la iniciación del proceso hacia una conferencia diplomática para regular las ventas de armas convencionales.

El mundo necesita con urgencia un Tratado de Comercio de Armas que salve vidas

En la recta final de la aprobación en Naciones Unidas de un Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), que comenzó ayer y finalizará el 28 de marzo en Nueva York, Amnistía Internacional, FundiPau (Fundació per la Pau) e Intermón Oxfam piden a los líderes mundiales que se apruebe un Tratado sólido y apuesten por el respeto de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. La Conferencia es una ocasión única que parte con el apoyo expreso de 157 países que, el pasado 7 de noviembre, adoptaron en la primera comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas una resolución convocando esta nueva Conferencia.

“El mundo no puede esperar más. Intermón Oxfam estima que más de 325.000 personas han perdido la vida a causa de la violencia armada desde que en julio del año pasado se paralizaron las negociaciones sobre el Tratado, por la petición de Estados Unidos, secundada por Rusia, China y otros países, de “más tiempo” para estudiar el proyecto de texto. Es urgente llegar a un acuerdo, porque todo retraso se mide en vidas humanas y en sufrimiento”, ha manifestado Jaime Atienza, director de Campaña y Estudios de Intermón Oxfam

Amnistía Internacional, FundiPau (Fundació per la Pau), e Intermón Oxfam llevan más de una década denunciando cómo el comercio de armas no regulado contribuye a que se cometan crímenes de guerra y graves violaciones de derechos humanos como ejecuciones extrajudiciales, torturas o desapariciones en todo el mundo, propicia que se puedan exacerbar conflictos y frena la lucha contra la pobreza.

Según datos de Intermón Oxfam, los conflictos armados cuestan a África 18.000 millones de dólares al año. La misma cantidad que reciben en ayuda anualmente. El 95% de las armas más usadas en los conflictos africanos -los derivados del fusil Kalashnikov- se fabrican fuera del continente. Al menos el 60 por ciento de las violaciones de derechos humanos documentadas por Amnistía Internacional en los últimos 10 años está relacionada con el uso de armas pequeñas y ligeras.

Siria, Mali o Sudán son claros reflejos de este comercio sin control. Rusia es el mayor proveedor de armas a Siria, a donde envía un 10% de sus exportaciones, y se niega a detener los suministros. Pero no es el único país que sigue suministrando armas al gobierno de Al Assad, que lleva acumulando todo tipo de material. Por ejemplo en 2010, según Naciones Unidas, Siria importó armas pequeñas y ligeras y munición provenientes de diversos países por un valor superior a un millón de dólares. Todo ello mientras se acumulan indicios de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra por parte de las fuerzas estatales sirias. Naciones Unidas calcula que en estos dos últimos años unas 70.000 personas podrían haber muerto y el número de personas heridas podría superar los cientos de miles.

Qué se espera del Tratado

A las organizaciones no les vale cualquier Tratado. La sociedad civil espera que de una vez por todas los líderes políticos tengan el coraje y la capacidad de liderazgo para aprobar una regulación del comercio internacional de armas que proteja los derechos humanos.

Es necesario que el TCA que salga de la reunión de Nueva York sea sólido, con estándares fuertes y pueda ser aplicable. Para ello es necesario que incorpore una “Regla de Oro”, según la cual los Estados no autorizarán exportaciones de armas cuando exista un riesgo de que vayan a ser usadas para cometer o facilitar violaciones del derecho internacional de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario. La historia demuestra que los tratados internacionales más eficaces son fruto de normas sólidas y completas, que se fijan desde el principio.

“Los Estados deben asumir la responsabilidad de las armas que suministran. Mediante una evaluación caso por caso, si existe un riesgo de que las armas se empleen para cometer o facilitar que se cometan violaciones graves de los derechos humanos, la transferencia no debe realizarse”, ha señalado Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.

“EL TCA no es una panacea, pero su consecución es parte esencial de la solución para lograr un mundo mucho más seguro para miles de millones de personas”, ha resaltado Xavier Masllorens, presidente de Fundipau, representante en España de IANSA (siglas inglesas de Red Internacional de Acción sobre las Armas Ligeras).

Los mayores exportadores de armas en el punto de mira

De cara a esta reunión de Naciones Unidas, las organizaciones siguen manteniendo la presión sobre los Estados que más armas exportan en el mundo, de los cuales son además miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido y China). Estos 5 países son responsables de más de la mitad del comercio mundial de armas convencionales que ha fomentado atrocidades, cuyo valor total anual es de casi 100.000 millones de dólares estadounidenses, según datos de Amnistía Internacional. Por tanto tienen una responsabilidad especial en conseguir un Tratado fuerte y vinculante.

La atención se centra en Estados Unidos, el mayor comerciante de armas del mundo, país que está intentando debilitar el texto del proyecto del TCA pidiendo que no se incluyan en su ámbito de aplicación determinados tipos de armas y municiones.

Sin embargo, ahora la administración Obama tiene la oportunidad histórica de mostrar un firme compromiso con los derechos humanos e implicarse al máximo y adoptar un Tratado que salve vidas. Para ello el Tratado debe incluir la “Regla de Oro” y debe ser aplicable a todos los tipos de armas y municiones, así como al material conexo, las piezas y la tecnología. Las transferencias deben incluir el comercio internacional y también los regalos. Deben regularse los servicios de intermediación, transporte y financiación. Los informes anuales deben incluir información sobre todas las transferencias y actividades y deben estar disponibles para el escrutinio de la opinión pública.

Por último, las tres organizaciones piden al Gobierno español que mantenga el mismo apoyo en las negociaciones de estas semanas y que continúe promoviendo de forma activa la aprobación del Tratado. En España se han conseguido más de 100 apoyos institucionales al TCA por parte del Congreso de los Diputados, 13 Parlamentos autonómicos, Diputaciones y Ayuntamientos.

/// FIN

Contacto para medios de comunicació:

Amnistía Internacional. Carmen López, clopez@es.amnesty.org, 630 746 802

Fundi Pau. Lourdes Vergés, lverges@fundipau.org, 677 049 275

Intermón Oxfam. María Herránz, mherranz@IntermonOxfam.org, 615 359 401