Filosofías y praxis de la paz

Filosofías y praxis de la paz

Irene Comins Mingol y Francisco A. Muñoz (eds.). Barcelona: Icaria, 2013, 317 págs.

Desde la filosofía surgen varias preguntas: ¿cómo trabajar la paz en un mundo complejo, diverso y plural?, ¿cómo hacerlo sin que ello suponga dispersión, ineficacia o, en el peor de los casos desánimo?

La relación entre la Investigación para la Paz y el activismo pacifista tiene que producirse en marcos de sentido y horizontes normativos específicos, que respondan a la complejidad en la que vivimos insertados los seres humanos.

Filosofía y práxis de la Paz, publicado en el marco del XV Aniversario de la Asociación Española de Investigación para la Paz (que se cumplió en 2012), reúne a expertos/as, investigadores/as procedentes de los diferentes centros de AIPAZ, con un doble objetivo: dilucidar e implementar sinergias que operan entre las filosofías y las praxis en el ámbito de la Paz, y la necesidad de revisar la Investigación para la Paz que se viene desarrollando en el Estado español, sus preocupaciones y agendas.

El libro cuyo prólogo Por fin, la Paz, está escrito por Federico Mayor Zaragoza, está dividido en 11 capítulos, de los cuales el primero titulado Filosofías para la praxis de la paz de Irene Comins Mingol y Francisco A. Muñoz, señala la relevancia de la filosofía como saber, por ser creadora de marcos de sentido, de cosmovisiones y horizontes normativos, todos ellos transversales —conscientemente o no— a cualquier investigación para la paz y a toda praxis emancipadora. Reivindica una filosofía comprometida con las prácticas sociales, una filosofía que acompañe al ser humano en el uso del pensamiento crítico y en la capacidad de imaginar con compasión las dificultades del prójimo; una filosofía comprometida en la construcción de futuros más justos, pacíficos y sostenibles.

El segundo capítulo Paces Imperfectas ante un mundo diverso y plural pone en diálogo las propuestas y debates que vienen formulándose los investigadores e investigadoras de la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz de la Universitat Jaume I y el Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, el modo en que contribuyen a responder la pregunta respecto a la relación teoría y práctica, las interacciones entre género y paz, la transformación pacífica de los conflictos, comunicación y cultura de paz, la paz imperfecta, la deconstrucción de la violencia, las mediaciones, el empoderamiento pacifista, los habitus de la paz y, finamente una propuesta de giro epistemológico y ontológico.

El tercer capítulo de Manuela Mesa: Globalización e Investigación para la Paz: Retos del Siglo XXI presenta un análisis de cuál ha sido el enfoque en investigación para la paz desarrollado desde CEIPAZ. Un enfoque centrado en el ámbito de las Relaciones Internacionales y de la Sociología de la
Globalización, y que combina dos objetivos, por un lado, el desvelamiento y denuncia de las violencias que se dan en ese contexto, como también, por otro lado, la búsqueda de un horizonte normativo que apueste por los valores de justicia, solidaridad, y respeto de los derechos humanos.

Los dos siguientes capítulos del libro están dedicados a la Educación para la Paz, una línea importante de trabajo en España y vértice clave del triángulo investigación para la paz-educación para la paz-activismo pacifista. Manuel Dios Diz, en el capítulo IV El currículum de la noviolencia en la educación para la paz, hace referencia a ese conjunto de asuntos no resueltos por la humanidad a lo largo de los siglos, es decir, la pobreza, la miseria, el hambre, la discriminación, la violencia, la guerra, la injusticia o la intolerancia.

Sebastián Sánchez en el capítulo V Política Educativa, Investigación para la Paz y Cultura de Paz: El Plan Andaluz de Educación para la Cultura de Paz y Noviolencia analiza la relación entre la política educativa, la investigación para la paz y la Cultura de Paz.

En el capítulo VI El mercado de la defensa y seguridad, la industria de servicios militares, Tica Font habla del nacimiento y proliferación de empresas militares y de seguridad privadas, en lo que se podría afirmar que asistimos a la privatización de una de las prerrogativas clásicas y definitorias del Estado, el uso legítimo de la fuerza o de la violencia.

María Oianguren, se pregunta en el capítulo VII Versatilidad de la memoria ¿para qué recordar? y nos invita a una interesante reflexión: recordar para deslocalizar su significado conocido y adentrarnos en sus «finitas» posibilidades. Interpretación para la transformación, versatilidad de la memoria.

Eva Espinar Ruiz y Maribel Hernández Sánchez analizan en el capítulo VIII Género, liderazgo y construcción de paz en Colombia: una aproximación desde el método biográfico, la experiencia de las mujeres como promotoras del cambio noviolento y pacifista.

Pere Ortega, experto en gasto militar, analiza en el capítulo IX El Complejo Militar-Industrial en España, setenta industrias que suministraron equipos, armas y servicios al Ministerio de Defensa español, destacando la falta de transparencia como la característica definitoria de este tipo de inversiones estatales, por ello tratar de dilucidar el caótico entramado estatal-empresarial al respeto es el objetivo de este interesante texto.

Martín Rodríguez Rojo propone en el capítulo X Cómo cooperar en Bolivia repensar algunos conceptos como los de cooperación, sociedad civil, voluntariado y militancia.

Pedro San Ginés nos acerca desde el capítulo XI La Cultura del Dao y la Paz a una cultura oriental, para muchos desconocida, que puede ser fuente y ejemplo de paz.

Filosofías y praxis de la Paz aborda la necesidad de una filosofía emancipadora, que facilite la generación de marcos de sentido, que favorezcan buenas prácticas sociales, que den cabida y refuercen la deliberación, el diálogo, la democracia, la participación política, la igualdad, la justicia, y en definitiva, la Paz.

En este sentido, desde una visión posmoderna, o mejor transmoderna desde AIPAZ, consideramos que la «filosofía para hacer las paces y de paz imperfecta, son de gran ayuda.

A continuación, ofrecemos el texto completo de la Introducción.

Negociaciones de paz 2019. Análisis de tendencias y escenarios

Negociaciones de paz 2019. Análisis de tendencias y escenarios

Negociaciones de paz 2019. Análisis de tendencias y escenarios es un anuario que analiza procesos y negociaciones de paz que tuvieron lugar en el mundo durante el año 2018. El examen de la evolución y las dinámicas de las negociaciones a nivel mundial permite ofrecer una mirada global sobre los procesos de paz, identificar tendencias y facilitar un análisis comparativo entre los distintos escenarios. Negociaciones de paz 2019 también analiza la evolución de los procesos de paz desde la perspectiva de género. Uno de los principales objetivos del presente informe es poner la información y el análisis al servicio de aquellos actores que, desde diferentes niveles, participan en la resolución pacífica de conflictos, incluyendo las partes en disputa, mediadores, sociedad civil, entre otros. El anuario también pretende visibilizar las distintas fórmulas de diálogo y negociación destinadas a revertir las dinámicas de violencia y a canalizar los conflictos por vías políticas en numerosos contextos. De esta manera, se busca destacar, potenciar y promover los esfuerzos políticos, diplomáticos y sociales destinados a transformar los conflictos y sus causas de fondo mediante métodos pacíficos.

Claves para abordar la cultura de paz en las ciudades

Claves para abordar la cultura de paz en las ciudades

AIPAZ junto a la red de Alcaldes y Alcaldesas por la Paz y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) organizan el evento paralelo «Claves para abordar la cultura de paz en las ciudades», en el marco del Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz.

Fecha y hora: 7 de noviembre de 2018, 19:00 h.

Lugar: Auditorio Casa del Lector – Matadero-Madrid

El objetivo del acto es propiciar un debate que sirva para la elaboración de un documento marco, en base a la Agenda 2030 de Ciudades de Paz, que reúna las claves para abordar y trabajar a nivel local la cultura de paz en su sentido más amplio. Se trata de presentar iniciativas municipales que puedan tenerse en cuenta y reflexionar sobre ellas tanto a nivel teórico como práctico. Cada municipio es distinto y afronta situaciones únicas, por ese motivo cada ciudad deberá apropiarse el documento final y alinearlo a sus políticas públicas.

Descargar nota conceptual


Reconocimiento Francisco A. Muñoz

La Asociación Española de Investigación para la Paz (AIPAZ) convoca la segunda edición del «Reconocimiento Francisco A. Muñoz Muñoz».

Esta distinción se constituye en homenaje al Profesor e impulsor de AIPAZ, Francisco A. Muñoz Muñoz, en reconocimiento a su importante trabajo y aportación a la investigación para la paz en España y en el mundo.

El Premio tiene como objetivo reconocer públicamente a personas, organizaciones de la sociedad civil, instituciones, grupos de investigación o trabajos académicos que hayan contribuido o estén contribuyendo de forma relevante a la construcción y fomento de la paz.

Fecha de presentación de candidaturas: 15/09/18 – 15/10/18

Bases del premio

Modelo de solicitud


Vicent Martínez Guzmán, filósofo de la paz

Vicent Martínez Guzmán, filósofo de la paz

Tica Font y Pere Ortega

Vicent Martínez Guzmán (1949-2018), catedrático emérito de filosofía en la Universidad Jaume I (UJI) de Castellón, murió el pasado 23 de agosto, de un cáncer contra el que ha estado combatiendo los últimos diez meses de su vida. Su itinerario académico, lo inicia como profesor de instituto en la La Vall d’Uixó de Castellón, su pueblo natal, pasando después al Departamento de filosofía en la Universidad de Valencia, y posteriormente, se trasladó a la Universidad Jaume I de Castellón, de donde fue vicerrector y desarrolló gran parte de su carrera académica. Allí, creó el primer Máster universitario de doctorado en España de “Estudios Internacionales de Paz, Conflictos y Desarrollo” de carácter internacional e impartido en lengua inglesa.

Su residencia siempre fue en La Vall d’Uixó, ciudad de la que se sentía muy orgulloso, en especial de su variante dialectal del catalán/valenciano, el vallero, de la que siempre utilizaba alguna de sus peculiaridades lingüísticas para amenizar sus conferencias. Su aportación académica a las ciencias sociales ha sido inmensa por su trabajo en la investigación de la filosofía para la paz, que plasmó en diversas publicaciones entre la que hay que destacar su Filosofía para hacer las paces (2001). Una obra, quizás poco divulgada en España, pero de un gran reconocimiento a nivel académico en España y en el ámbito internacional, pues ha ejercido una gran influencia entre los investigadores de la paz. Martínez Guzmán se relacionó con la mayor parte de los investigadores más relevantes que han trabajado en construcción de paz, desde Johan Galtung, David Cartwright, Oliver P. Richmond, Paul Rogers, Tom Woodhouse, Jean Paul Lederach entre otros, muchos de los cuales impartieron clases en el máster que dirigió en la UJI. Cátedra reconocida por la UNESCO que recibía alumnos de los cinco continentes por el alto nivel de su profesorado. Su impronta académica tanto a nivel nacional como internacional ha sido enorme, dejando a numerosos/as discípulos/as, e impartió clases en numerosas universidades españolas y algunas extranjeras (Frankfurt y Berkeley).

Estuvo vinculado a numerosos centros de paz españoles, que no se enumeran por no aburrir al lector, pero se sentía especialmente orgulloso de AIPAZ, la Asociación de Investigación por la Paz, de la que fue fundador e impulsor, pues veía la necesidad de que España contará con una red que agrupara a los centros, académicos o no, así como a los investigadores/as que trabajan en la construcción de la paz.

Martínez Guzmán era un experto en Kant y la influencia kantiana en su obra es indudable. Su Filosofía para hacer las paces bebe directamente de la La paz perpetua. Pero con muchas aportaciones de la historia de la filosofía, desde Aristóteles a Judith Butler, su investigación consistió en recorrer los marcos conceptuales de las aportaciones que sobre la paz han hecho múltiples filósofos. Especial atención mostró por la perspectiva de género y la teoría de los cuidados, de la que son muestra las numerosas tesis doctorales que dirigió sobre este marco teórico y de la que son expertas algunas de sus mejores discípulas.

Otro de los valores que se deben destacar de Martínez Guzmán es el haber sido un hombre de amplios consensos, podía dialogar con las más diferentes disciplinas e ideologías. Se podrá añadir que no podía ser de otra manera tratándose de un hombre de paz. Pero iba más allá, para evitar imposturas y personalismos, nunca en sus escritos se puede encontrar la primera persona, ni en singular ni en plural, sino en condicional. De este modo pretendía remarcar que las paces se deben buscar más allá del yo o el nosotros, sino de lo que podría ser. De la misma manera que hablaba de “paces” y no de “paz”. Porque para afrontar los conflictos por métodos no violentos, no hay ni un sólo camino, ni se conseguirá una sola paz, si no que habrá paces, diversas, diferentes, plurales y todas ayudaran en la transformación del conflicto. Su gran aportación filosófica en los estudios sobre las paces fue lo que él denominaba como “giro epistemológico”, que se sintetizaba (perdón por el reduccionismo) en el cambio que se debía originar en el pensamiento convencional que da como inevitable la utilización de la violencia para resolver los conflictos, entre ellos, el más perverso, la guerra, cuando, la humanidad, puede afrontarlo por medios pacíficos y sin infringirse daño. En sus conferencias, era habitual qué para ejemplificar el giro epistemológico y contrarrestar a quienes denostan o desprecian el diálogo y los medios pacíficos, decía: “Los pacifistas son los realistas, los utópicos son aquellos que quieren conseguir la paz utilizando medios violentos”.

Por su contribución a los estudios de la paz, recibió diversos galardones, pero sentía especialmente gratificado por haber sido distinguido como hijo predilecto de La Vall d’Uixó, ciudad donde promovió que su Ayuntamiento se adhiriera a la red mundial de Majors por Peace. Bajo su impulso el consistorio creó un Museo de la Paz, espacio al que cedió su biblioteca.

Nunca mejor dicho, que Vicent Martínez Guzmán descanse en paz, sus amigos y amigas del Centre Delàs d’Estudis per la Pau continuaremos trabajando en hacer las paces.

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