Los próximos días 27, 28 y 29 de febrero de 2020, en el Aula Mergelina, Edificio Histórico Universidad de Valladolid tendrá lugar este congreso internacional que analizará la evolución de las corrientes migratorias mundiales, sus causas, y las respuestas que se están dando, tanto en el Sur como en el Norte.
Destinado a la comunidad universitaria y miembros de la sociedad civil castellano y leonesa, se desarrollará mediante una metodología a base de ponencias, mesas de trabajo y mesas redondas relacionadas con la temática en cuestión.
A continuación, ofrecemos el programa de las tres jornadas en las que se desarrollará el Congreso:
El jueves 27 de febrero por la mañana, la jornada se abrirá con una panorámica sobre las migraciones forzosas en el mundo, a cargo de personas expertas en la materia. A continuación, se pondrá el foco en diferentes factores que influyen en que miles de personas en el planeta tengan que abandonar sus hogares, como las crisis ambientales o las religiones.
Los grupos de trabajo, que arrancarán a las 16:00, son uno de los pilares de este congreso, debido a su carácter activista y pragmático. Para ello, se habilitarán dos sesiones, dinamizadas por grupos de expertos en cada una de las materias. Con ellas se pretende profundizar en cuestiones y problemáticas particulares que afectan a las personas en movimiento con el fin de proponer soluciones y concienciar a la ciudadanía de esta realidad.
Las personas encargadas de guiar los grupos de trabajo serán miembros de la Universidad de Valladolid, de otras universidades de Castilla y León, de las administraciones públicas castellanas y leonesas a nivel local, provincial y regional, así como colectivos de personas migrantes y miembros de la Coordinadores de ONGD de Castilla y León (CONGDCyL).
Las temáticas serán las siguientes:
1. Mujeres en movimiento.
2. Políticas de protección y asilo. Vulneración de derechos humanos.
3. Movimientos sociales y plataformas ciudadanas de apoyo a migrantes.
4. Universidad y acogida.
5. Integración laboral de personas migrantes.
6. Migraciones y despoblación.
Para clausurar la primera jornada, a las 18:30, tendrá lugar un debate sobre la acogida de personas en movimiento por los países del Norte y por los países del sur. Para ello, contarán con Khadija Ainani, vicepresidenta de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos.
Además, contarán con la actuación de La Candela Teatro Social, que ha preparado un espectáculo especial para este congreso, llamado Poderosa Mujer Migrante.
Durante segundo día se pretende dar una visión más completa de las migraciones en el mundo. Términos como “frontera sur”, “fosa del Mediterráneo”, o los conflictos en Siria y Oriente Medio, ocupan ocasionalmente las portadas de los medios de comunicación.
Pero ¿qué pasa más allá de nuestras fronteras?
¿cómo afectan las migraciones fuera de Europa?
Además de abordar los principales flujos migratorios que afectan directa o indirectamente este continente, se revisarán otras realidades que, por lo general se escapan a nuestro conocimiento y que, en muchas ocasiones, son la clave para solucionar nuestras dudas.
El viernes 28, a las 9 se celebrará una mesa redonda compuesta por representantes del entorno universitario, con
Ruth de Frutos, investigadora del Departamento de Periodismo de la Universidad de Málaga, responsable de comunicación de Amnistía Internacional Málaga y coordinadora de la Cátedra UNESCO Málaga.
Gustavo Pedraza defensor de derechos humamos colombiano y estudiante de la UVa en el campus de Palencia
A las 11h se presentará la campaña La guerra empieza aquí. Esta campaña trata de denunciar el comercio internacional de armas y su relación con los conflictos de los que huyen las personas. Contará con:
Ainhoa Ruiz del Centro Delàs de Estudios por la Paz, entidad independiente de análisis de paz, seguridad, defensa y armamentismo dedicada a realizar investigación e incidencia política y social bajo un prisma de cultura de paz, sobre los efectos negativos del militarismo y los conflictos armados.
Para concluir el repaso mundial de la situación de los desplazamientos humanos, a las 12:30 una mesa redonda tratará la cuestión del Mediterráneo, principal foco mediático de las migraciones en España (y Europa), para intentar esclarecer las causas más profundas de esta situación, su gestión, y su interés político. Para ello contará con:
Ángeles Cabria, enfermera cántabra que ha trabajado en los campos de refugiados de la isla griega de Chaos, es activista de Pasaje Seguro Cantabria y trabaja en derechos humanos de las mujeres, las personas LGTBI, migrantes y refugiadas.
La tarde comenzará con la segunda sesión de los grupos de trabajo, en la que se desarrollarán los compromisos de las personas participantes. Cerrará estas tres jornadas una ponencia sobre Necropolítica del profesor de la UPV/EHU, Juan Hernández Zubizarreta, miembro del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), colaborador del Tribunal Permanente de los Pueblos y miembro de Ongi Etorri Errefuxiatuak en la universidad.
Finalizará la programación del congreso con la conferencia de clausura de Federico Mayor Zaragoza, que tendrá lugar a las 12:00. Federico Mayor Zaragoza fue director general de la Unesco entre 1987 y 1999. En 2007 fue premiado con el reconocimiento Madre Terra de los Premios ONES Mediterránea por su trayectoria en la lucha por la igualdad, la justicia social y la defensa medioambiental.
Periodo de inscripción: 21/01/2020 — 25/02/2020 Precio: 30 € Inscripción 15 € Reducida Inscribirse en: https://bit.ly/30QhmEN
Número de horas: 21
Lugar de realización: Edificio Histórico de la Universidad de Valladolid. Plaza de la Universidad s/n. 47002-Valladolid
El número 134 de Tiempo de Paz es una aproximación al impacto que ha producido la aparición de la mujer en el ámbito público y las transformaciones sociales que se han derivado de esta aparición.
No es, un relato de los logros en la participación política, social o económica que ya constituyen una realidad aunque ésta sea vulnerable. Los logros están ahí y los desafíos siguen muy presentes y aún llevará años el poder prescindir de los mecanismos de discriminación positiva que han hecho posibles los avances.
La revista analiza algunos aspectos de esta presencia de la mujer desde aquel movimiento que surgió alrededor del lema «lo personal es político». La historia había relegado a la mujer al ámbito de lo privado con todas sus consecuencias.
La revista cuenta con la colaboración de expertas que hablan sobre temas de relevancia como la defensa de los derechos de las mujeres, la urgencia de un pacto social, el empleo femenino, la revolución tecnológica, el feminismo, las mujeres en la ciencia, el activismo, las redes feministas, el patriarcado virtual, la violencia pública y privada, los menores como víctimas invisibles de la violencia. Para ello, Tiempo de Paz cuenta con mujeres de la talla de: Carmen Romero, Carmen Matínez Ten y Teresa Blat que escriben la Introducción, Inés Alberdi, María Emilia Casas Baamonde, Cecilia Castaño Collado, Ana Mareñu Méndez, María Jesús Santesmases, Margarita Borja, Angustias Bertomeu Martínez, Teresa Lozano, Zúa Méndez, Gema Fernández Rodríguez de Liévana. El número se completa con la participación de Octavio Salazar Benítez, Miguel Lorente Acosta y Joaquín Tagar.
Según las autoras de la Introducción, la seguridad, la integridad y la dignidad son componentes sin los que la aspiración a la libertad y a la igualdad no es posible. Ninguna víctima de violencia en su vida privada, mientras no salga del círculo del terror, puede considerarse protagonista de su propia vida, ni aspirar a nada que no sea reconstruir su propia dignidad. Es necesario construir una nueva relación entre los seres humanos: un nuevo contrato social para hombres y mujeres.
La irrupción de las mujeres en la vida pública se produce en plena revolución tecnológica, en un mundo que ha propiciado grandes avances, aunque los efectos negativos de un uso de las redes sin control, con escasos límites están magnificando viejos tópicos y viejos prejuicios.
Estos son tiempos que nos anuncian desglobalización y vuelta a casa. Como si un cierto ciclo de apertura al exterior se cerrara y nos estuvieran anunciando la vuelta al pasado.
Max Lawson, Anam Parvez Butt, Rowan Harvey, Diana Sarosi, Clare Coffey, Kim Piaget y Julie Thekkudan.
La desigualdad económica está fuera de control. En 2019, los 2153 milmillonarios que hay en el mundo poseían más riqueza que 4600 millones de personas. Los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África.
Estos ejemplos de riqueza extrema conviven con un enorme nivel de pobreza. Según las estimaciones más recientes del Banco Mundial, prácticamente la mitad de la población mundial vive con menos de 5,50 dólares al día, mientras que el ritmo de reducción de la pobreza ha caído a la mitad desde 2013.
Esta enorme brecha es consecuencia de un sistema económico fallido y sexista. Se trata de un modelo económico defectuoso que ha acumulado enormes cantidades de riqueza y poder en manos de una élite rica, cuyos beneficios se deben en parte a la explotación del trabajo de mujeres y niñas y a la vulneración sistemática de sus derechos.
En lo más alto de la economía global se encuentra una pequeña élite de personas con fortunas inimaginables, que van incrementando exponencialmente su riqueza sin apenas esfuerzo, independientemente de si aportan o no un valor añadido a la sociedad.
Mientras, en la parte más baja de la escala económica, encontramos a las mujeres y las niñas, especialmente aquellas que están en situación de pobreza o pertenecen a colectivos excluidos, que dedican al trabajo de cuidados no remunerado 12 500 millones de horas diarias,5 e incontables horas más a cambio de sueldos de pobreza. Su trabajo es sin embargo imprescindible para nuestras comunidades. Es la base sobre la que se asienta la prosperidad de las familias, así como la salud y la productividad de la mano de obra.
Oxfam ha calculado que este trabajo aporta a la economía un valor añadido de, al menos, 10,8 billones de dólares. Se trata de una cifra enorme que, sin embargo, es una subestimación muy por debajo del valor real. A pesar de ello, las personas más ricas, en su mayoría hombres, acaparan la mayor parte de los beneficios económicos.
Vivimos en un sistema injusto que explota y excluye a las mujeres y niñas más pobres, y acumula una creciente cantidad de riqueza y poder en manos de una pequeña élite rica. Si no se adoptan medidas firmes, la situación empeorará mucho más.
Cuidar de los demás, cocinar, limpiar y recoger agua y leña son tareas diarias esenciales para el bienestar de la sociedad, las comunidades y la economía. La pesada y desigual responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres, perpetúa tanto las desigualdades económicas como la desigualdad de género.
Crisis de cuidados
El mundo se enfrenta a una inminente crisis de los cuidados, derivada de las consecuencias del envejecimiento demográfico, los recortes en los servicios públicos y los sistemas de protección social, y los efectos del cambio climático, que amenazan con empeorar la situación y aumentar la carga sobre las personas que asumen el trabajo de cuidados.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que, en 2030, habrá 100 millones más de personas mayores y 100 millones más de niñas y niños de entre 6 y 14 años que necesitarán atención y cuidados. A medida que envejezcan, las personas mayores necesitarán una atención más intensiva y a largo plazo de unos sistemas de salud que no están preparados para ello.
Un mundo más justo es posible.
La economía feminista y la igualdad de género son dos elementos esenciales de esta nueva economía humana y más justa, que debe asumir como uno de sus objetivos principales abordar plenamente el papel del trabajo de cuidados no remunerado y mal remunerado. La única manera de construir un mundo más justo es cambiar radicalmente la manera en que se lleva a cabo este tipo de trabajo, y cómo se valora.
Economistas feministas, la sociedad civil y defensoras y defensores del trabajo de cuidados llevan décadas proponiendo distintas soluciones para lograr un cambio radical que dé prioridad al trabajo de cuidados, lo que se denomina el marco transformador de las “4R”. Los siguientes principios deben tenerse en cuenta.
Reconocer el trabajo de cuidados no remunerado y mal remunerado, realizado fundamentalmente por mujeres y niñas, como un tipo de trabajo o de producción que aporta un valor real.
Reducir el número total de horas dedicadas a las labores de cuidados no remuneradas, mejorando el acceso tanto a equipamientos asequibles y de calidad que permitan ahorrar tiempo, como a las infraestructuras de apoyo a los cuidados.
Redistribuir el trabajo de cuidados no remunerado de forma más equitativa dentro de las familias y, al mismo tiempo, trasladar la responsabilidad del trabajo de cuidados no remunerado al Estado y al sector privado.
Representar a las proveedoras de cuidados más excluidas, garantizando que se tengan en cuenta sus puntos de vista en el diseño y ejecución de las políticas, sistemas y servicios que afectan a sus vidas.
¿Estamos preparados para construir una sociedad justa en la que la riqueza y el poder, incluido el poder político, estén repartidos de una manera equitativa? ¿Estamos dispuestos a rechazar el mito de que la pobreza es un fenómeno natural, algo que siempre existirá independientemente de las medidas que tomemos?
El informe de Oxfam Tiempo para el cuidado aborda estas preguntas para demostrar que, si tomamos las decisiones políticas adecuadas, es posible combatir la desigualdad y la pobreza. Debemos luchar de manera colaborativa contra la desigualdad económica, la violencia estructural, la discriminación y la exclusión, la destrucción del medioambiente y las ideologías déspotas, para construir un futuro mejor para todo el mundo.
La magnitud de la brecha entre ricos y pobres en cifras:
En 2019, los 2153 milmillonarios que había en el mundo poseían más riqueza que 4600 millones de personas.
Los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África.
El 1% más rico de la población posee más del doble de riqueza que 6900 millones de personas.
Si una persona hubiese ahorrado 10 000 dólares diarios desde el momento en que se construyeron las pirámides de Egipto, ahora poseería tan solo una quinta parte del promedio de la fortuna de los cinco milmillonarios más ricos del mundo.
Si cada persona se sentase sobre el dinero que posee apilado en billetes de cien dólares, la mayor parte de la humanidad se sentaría en el suelo. Una persona de clase media de un país rico se sentaría a la altura de una silla. Los dos hombres más ricos del mundo estarían sentados en el espacio.
El valor económico del trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo en todo el mundo las mujeres de 15 o más años asciende al menos a 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología.
Un incremento de tan solo el 0,5% adicional en el tipo del impuesto que grava la riqueza del 1% más rico de la población en los próximos diez años permitiría recaudar los fondos necesarios para invertir en la creación de 117 millones de puestos de trabajo en sectores como la educación, la salud y la asistencia a las personas mayores, entre otros, acabando así con los déficits de cuidados en estos ámbitos.
El Informe incluye interesantes gráficos en torno a las desigualdades entre hombres y mujeres, sobre cómo la responsabilidad del cuidado recae sobre mujeres y niñas, sobre la explotación que sufren las trabajadoras del hogar y sobre la crisis de cuidado en cifras.
El texto también incluye al final un listado de seis recomendaciones o medidas para cerrar la brecha entre ricos y pobres y contribuir a garantizar los derechos de las personas que asumen el trabajo de cuidados, reconociendo la importancia de los cuidados para el bienestar de las sociedades y las economías.
Invertir en sistemas nacionales de atención y cuidados que permitan abordar la desproporcionada responsabilidad de trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y las niñas.
Acabar con la riqueza extrema para erradicar la pobreza extrema.
Legislar para proteger a todas las personas que se ocupan del trabajo de cuidados, y garantizar salarios dignos para el trabajo de cuidados remunerado.
Garantizar que las personas que llevan a cabo el trabajo de cuidados tengan influencia en la toma de decisiones.
Combatir las normas sociales nocivas y las creencias sexistas.
Promover políticas y prácticas empresariales que pongan en valor el trabajo de cuidados.
En la página web de Oxfam se encuentran disponibles:
Nota metodológica: que explica los cálculos elaborados por Oxfam para el informe en los siguientes ámbitos: tendencias en materia de riqueza y desigualdad; trabajo de cuidados no remunerado; impuestos y coste del déficit de cuidados.
El Instituto DEMOSPAZ-UAM organiza su vigesimoprimer Seminario de Investigación que tendrá lugar mañana, martes 21 de enero, de 16.00 a 18.00 horas en la Sala Mixta del Edificio Plaza Mayor de la UAM (primera planta).
Contará con la participación de F. Javier Murillo, Director de la Cátedra UNESCO en Educación para la Justicia Social, y Julio Rogero Anaya, Maestro de educación primaria y miembro activo del colectivo Escuela Abierta, perteneciente a los Movimientos de Renovación Pedagógica.
RECUERDA:
FECHA: Martes 21 de enero 2020
HORA: 16:00h.
LUGAR: Sala Mixta del Edificio Plaza Mayor de la UAM
Más de treinta años de participación de la mujer en el ejército español y numerosos cambios legislativos y formales dirigidos a paliar los efectos del machismo, no han alterado la eterna relación entre patriarcado y militarismo, un binomio que a día de hoy todavía permanece incuestionable.
El informe 41 del Centro Delàs de Estudios por la Paz elaborado por Maria de Lluc Bagur y Elisenda Ribes, analiza cómo la situación de las mujeres dentro de las Fuerzas Armadas, lejos de representar un hito en la vindicación feminista por la igualdad de acceso a parcelas de poder de lo público hasta el momento vetadas, es un ejemplo más del dominio patriarcal y de la lógica militarista. Los comportamientos y mecanismos derivados de esta dominación se reproducen y se perpetúan, a pesar de los cambios superfluos, gracias a su habilidad performativa.
El estudio, además, presenta cómo el Ejército ha seguido una estrategia de purplewashing que pretende instrumentalizar a las mujeres para transmitir una falsa imagen de igualdad y modernidad en las Fuerzas Armadas.
Y es que el Ejército, como máximo exponente del
militarismo, ejerce violencia dentro y fuera de sus filas. La situación de ventaja del grupo dominante
masculino, las empuja a adquirir comportamientos y pautas propias de los
hombres con el objetivo de conseguir integrarse.
Este proceso las convierte en mujeres símbolo y las obliga a verse envueltas en un difícil equilibrio entre su
identidad como grupo minoritario y sus anhelos para integrarse en una
institución de la que voluntariamente han querido formar parte.
Las entrevistas realizadas a doce mujeres militares
han permitido corroborar cómo las mujeres militares se ven inmersas en un
constante proceso de aculturación, así como nivel de conciencia
que ellas mismas tienen de este proceso.