Asamblea AIPAZ 2011
La Asamblea de la Asociación Española de Investigación para la Paz (AIPAZ) se ha celebrado el día 26 de marzo de 2011, en el Museo de la Paz de Gernika.
La Asamblea de la Asociación Española de Investigación para la Paz (AIPAZ) se ha celebrado el día 26 de marzo de 2011, en el Museo de la Paz de Gernika.
El Seminario comenzará con la presentación de una ponencia marco que englobe el Encuentro. En cada sesión temática, contaremos con la presentación de dos ponencias a cargo de especialistas en la materia para dar paso a un espacio de diálogo con las personas participantes. Tanto las presentaciones de las sesiones como el relato de las mismas estarán guiadas de la mano de investigadores e investigadoras en los estudios por la paz y los confl ictos, además de activistas en la defensa de los derechos humanos. En las sesiones se contrastarán distintas propuestas teóricas y prácticas con el objeto de aportar claves pedagógicas que nutran la labor educativa y social en el ámbito de la construcción de la paz.
En los últimos meses diversos levantamientos populares en el Norte de África, inicialmente en Túnez y luego en Egipto, abrieron las esperanzas de millones de personas en todo el mundo. La llamada Primavera Árabe, protagonizada por las respectivas sociedades civiles, particularmente, por los jóvenes y a través de las redes sociales, de manera pacífica y noviolenta, consiguieron superar décadas de represión, injusticia, desigualdad y pobreza. La revuelta Libia se inspiró en la experiencia tunecina y egipcia, ejemplos destacados de victorias pacíficas sobre regímenes corruptos. Sin embargo, en el caso libio, la crueldad sin fisuras del régimen del coronel Gadafi contra su propio pueblo, derivó en una militarización del conflicto y en una auténtica guerra civil.
Desde la Fundació per la Pau hemos vivido con ilusión, alegría y esperanza las revueltas ciudadanas de Túnez o Egipto y que, en menor grado, también se han manifestado y se manifiestan en el Yemen, Siria, Bahrein, Marruecos, Argelia o Palestina.
Estas revueltas nos han mostrado una ciudadanía que no se resigna a ser espectadora de su vida y que ha dicho basta a unos poderes corruptos y autoritarios que, con el apoyo indigno de buena parte de la comunidad internacional, han menospreciado e ignorado sistemáticamente sus anhelos, deseos y necesidades.
Como es bien sabido, a la izquierda tradicional no le gustan las intervenciones militares ni, en general, las actividades militares. Creo que es una herencia del nefasto militarismo que vivimos en nuestro país durante el franquismo, que ha provocado un total distanciamiento hacia cualquier actividad militar. Esa actitud se traduce en un rechazo frontal hacia los gastos militares, las exportaciones de armas, las paradas militares, las políticas de defensa nacional, y lógicamente, las intervenciones en el exterior.