Este mes se cumplen diez años de la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de la resolución 1325 sobre Mujeres, paz y seguridad, que pone un énfasis especial en incluir a las mujeres en los procesos de paz, además de urgir a protegerlas frente a las agresiones sexuales. La 1325 fue acogida con entusiasmo por la coalición de organizaciones internacionales que la impulsaron, testigo de cómo el trabajo de años de mujeres organizadas para lograr el desarme y la paz en sus países era relegado y excluido de la mesa de negociaciones.