En el año 2007, la Oficina de Promoción de la Paz y de los Derechos Humanos me encargó, mediante convenio suscrito con la Universitat Autònoma de Barcelona y en el marco de la creación del Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP), un estudio sobre las líneas prioritarias de trabajo del Instituto, particularmente en el área de la investigación para la paz y de sus futuros observatorios y programas de estudio. Se ponía además especial énfasis en que el estudio tuviera en cuenta las oportunidades y ventajas comparativas para un centro que surgía cincuenta años después de la existencia de los primeros centros creados en los años cincuenta, en Michigan, Oslo, Gröningen, Ontario o Estocolmo. En suma, se trataba de repasar, con los ojos puestos en el presente y en el caso catalán, la historia y las realizaciones de la investigación para la paz.