Los asesinatos familiares son la única categoría de homicidios en que las mujeres superan a los hombres como víctimas. Cuando a una mujer la matan en su hogar, lo más probable es que el asesino sea el compañero o un pariente varón, con antecedentes previos de maltrato doméstico. La violencia armada puede ser parte del ciclo de intimidación y agresión que muchas mujeres padecen a manos de sus parejas. Por cada mujer asesinada o físicamente agredida con armas de fuego, son muchas más las amenazadas.